El mantenimiento específico de un vehículo de cara a los meses de invierno con aceites de baja viscosidad, así como el uso de líquidos refrigerantes de verano e invierno, es una práctica que lleva años considerándose obsoleta.
En la actualidad, las mejoras en los componentes del motor, los lubricantes y los líquidos refrigerantes han aumentado la eficiencia del funcionamiento del motor en un rango de temperaturas más amplio. Se han desarrollado aceites sintéticos de baja viscosidad para adaptarse a la capacidad de bombeo a baja temperatura, que está directamente asociada a un menor desgaste del motor, un mayor ahorro de combustible y una vida útil del motor más prolongada.
Los líquidos refrigerantes actuales duran más que nunca, con una posible vida útil de hasta 240 000 km o 10 años. Los fabricantes también han aumentado los intervalos de mantenimiento para reducir costes, pero, debido a estos intervalos más largos, se pasan por alto las revisiones básicas de preparación para el invierno. En teoría, un vehículo que recibe un mantenimiento periódico no debería necesitar revisiones adicionales de cara al invierno. Todos sabemos cómo evolucionan los problemas con el paso del tiempo y, si no se llevan a cabo revisiones periódicas, algunas complicaciones podrían pasar desapercibidas y dar lugar a una avería o fallo de los componentes.
Las estadísticas confirman que se producen más averías durante el invierno que en ninguna otra estación. Llevar a cabo revisiones periódicas durante todo el año es una forma de evitarlo. Según las empresas de asistencia en carretera, a más del 10 % de los conductores les preocupa que sus vehículos no sean capaces de pasar el invierno sin sufrir una avería. Otra de las medidas preventivas es preparar listas de comprobación de cara al invierno antes de que empiece a hacer frío, lo que permite a los talleres informar a los clientes de cualquier posible problema en el vehículo que pudiera derivar en una avería.
Lista de comprobación para el invierno
Aunque la mayoría de los elementos de la lista son obvios, su importancia no siempre está clara para los conductores.
Por ejemplo:
Líquidos refrigerantes. Los líquidos refrigerantes de larga duración también deben revisarse regularmente para garantizar que el vehículo está totalmente protegido contra la corrosión y la congelación. El uso de un refractómetro es uno de los métodos más sencillos y precisos de comprobar la resistencia de los líquidos refrigerantes de larga duración. |
Baterías. Las baterías de los vehículos han recorrido un largo camino para hacer frente al creciente número de dispositivos electrónicos cotidianos que incorporan los vehículos actuales. No obstante, los trayectos cortos con un tiempo de carga reducido y la mayor carga eléctrica durante el invierno reduce su rendimiento y podría provocar, en última instancia, un fallo en la batería (cerca del 20 % de las averías en invierno se deben a un fallo de la batería).
Filtros. Cuando se trata del mantenimiento general del vehículo, sustituir el filtro del habitáculo no es la máxima prioridad del conductor, pero es importante revisarlo. Cuando el filtro se llena de polvo, polen y otras partículas externas, la salida del aire fresco en la cabina se reduce significativamente y se requerirá más tiempo para eliminar la condensación.
Aire acondicionado. Durante el invierno, el aire acondicionado se utiliza a menudo para desempañar el parabrisas, puesto que expulsa la humedad del interior del vehículo. Por lo tanto, revisar su eficacia es una excelente comprobación previa de cara al invierno, no solo el verano.
Limpiaparabrisas. Mantener la concentración correcta del aditivo del limpiaparabrisas es algo que se pasa por alto con frecuencia. Contribuirá a evitar que el líquido limpiaparabrisas se congele en los surtidores, los manguitos e incluso en el depósito en temperaturas extremadamente bajas.
La lista de comprobación para el invierno podría incluir otros elementos relacionados con la seguridad, como los frenos, lubricantes, faros, neumáticos y escobillas limpiaparabrisas, entre otros. Por lo tanto, aunque el mantenimiento de invierno pueda pertenecer al pasado, las revisiones de cara a esta estación siguen siendo una oferta válida para los clientes que no pueden llevar a cabo las revisiones periódicas necesarias para mantener el vehículo en buen estado.
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