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Septiembre 9, 2021

Aspectos básicos de la formación técnica en automoción: componentes de un sistema de suspensión neumática

Hace apenas una década que la suspensión neumática se convirtió en la norma en lo que respecta a los vehículo de producción comercial. En la actualidad, tanto motocicletas como vehículos todoterreno o coches con altas prestaciones y personalizaciones presentan suspensión neumática.

En este artículo, el equipo de Autodata repasa los aspectos básicos de la suspensión neumática y profundiza en la evolución de los componentes a lo largo del tiempo.

Estos sistemas permiten sustituir los amortiguadores y resortes neumáticos tradicionales. En esencia, los resortes neumáticos son simplemente bolsas de plástico y caucho endurecido que se inflan simulando un resorte tradicional. No obstante, al combinarse con un compresor de aire integrado, sensores y electrónica, puede ajustar rápidamente los cambios en la carga y dirección, de una forma en la que los sistemas mecánicos tradicionales no son capaces.

La tecnología ha avanzado enormemente en los últimos años y los sistemas de suspensión neumática ya no son toscos, lentos e imprecisos.

Tras pasar de ser utilizados exclusivamente en camiones a un uso más generalizado en vehículos particulares, estos sistemas han evolucionado hacia una tecnología rápida y basada en la precisión con una electrónica avanzada.

¿Cuáles son los tipos de fuelles neumáticos que se utilizan en los sistemas de suspensión neumática y cuáles son sus funciones?

El concepto de los sistemas de suspensión neumática es bastante sencillo: unos fuelles neumáticos presurizados sustituyen a los muelles mecánicos del sistema de suspensión tradicional.

Un compresor de aire infla los fuelles a través de una válvula hasta alcanzar la altura y presión correctas. Tradicionalmente, este compresor era externo, pero en los vehículos modernos, los fabricantes prefieren incluirlo en una unidad integrada.

Recientemente, la electrónica utilizada en este sistema ha mejorado significativamente y pueden realizarse ajustes muy precisos tanto a la presión como a la altura de los fuelles neumáticos. Se fabrican a partir de un compuesto de caucho y poliuretano; un material resistente a la abrasión de la arena y los residuos de la carretera, y que presenta una integridad estructural excelente y una construcción hermética.

En cualquier programa de formación técnica en automoción, también aprenderá los aspectos básicos de los tres tipos de fuelles de suspensión neumática que se utilizan en la actualidad. Estos tipos son:
• El fuelle doble; como su nombre sugiere, tiene forma de reloj de arena. Este diseño permite una mayor flexibilidad lateral.
• El fuelle con diseño cónico puede instalarse en huecos más ajustados y ofrece una mayor adaptabilidad en lo que respecta a la altura de conducción.
• El fuelle con diseño de rodillo se utiliza en aplicaciones muy específicas. La única diferencia entre este diseño y el cónico reside en la altura de conducción y el control del resorte. Decidir cuál de los dos es mejor, sin embargo, depende únicamente de los requisitos específicos de los vehículos.

¿Cuáles son los demás componentes de estos sistemas?
Aparte de los fuelles neumáticos, un sistema de suspensión neumática presenta otros componentes clave, que se analizan en profundidad en cualquier formación técnica en automoción.

Los solenoides controlan la apertura y cierre del conducto de ventilación, así como la cantidad de aire de cada fuelle. No obstante, los solenoides solo se utilizan en sistemas de suspensión neumática modernos de control electrónico.

Las válvulas son las compuertas del sistema de suspensión neumática. Aíslan y dirigen el flujo del aire comprimido.

Los tubos suelen fabricarse del mismo compuesto de caucho y poliuretano que los fuelles neumáticos y su función es canalizar el aire comprimido hasta ellos. También se fabrican tubos de acero personalizados.

Los sistemas de suspensión neumática modernos también presentan un compresor integrado, que no es más que una bomba eléctrica que introduce aire en los fuelles. Normalmente se instala en el chasis del vehículo o en el maletero.

Su función es obtener el aire desde el exterior, comprimirlo y dirigirlo a los fuelles.

En este proceso, el aire húmedo del interior de un sistema cerrado puede provocar algunos problemas, por lo que un sistema de compresor también incluirá un secador que absorba toda la humedad posible antes del que el aire sea bombeado a los fuelles.

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